martes, 24 de diciembre de 2013

Mi entrevista con Frédéric Bastiat

Ayer soñé con Frédéric Bastiat, un excelente ensayista y miembro del parlamento francés, hace 2 siglos atrás. A continuación destaco la conversación que tuvimos como una especie de entrevista mano a mano.

-Señor Bastiat, primero y antes que nada, es un honor poder estar conversando con usted y poder hacerle un par de preguntas…En los últimos años el gobierno argentino ha ido incrementando notoriamente la cantidad de feriados obligatorios, ¿cuál es su opinión al respecto?
-Me parece que se está cayendo en un claro ejemplo de la falacia que publiqué hace un tiempo con el título de “Lo que se ve y lo que no se ve”. Se lo explico: el gobierno dicta feriados obligatorios para que la gente descanse y se vaya de vacaciones. Pues esto es lo que se ve. Mientras que solo se favorece a unos pocos sectores, como el turismo en detrimento de tantos otros (fabricas u oficinas, por ejemplo) o mientras que un empleado acepta el feriado, es el empleador que queda obligado a pagar al empleado su salario, así que pierde dinero al no tener ganancias. Esto es lo que no se ve. Le resumo, ¿porqué un  gobierno debe favorecer la industria turística? Nunca se ha expuesto la razón. Desde ya le aclaro que si dicen que es “movilizadora de recursos”, vuelvo a lo anterior: se ve la gente ocupando hoteles, pero no se ve la gente que deja de comprar en una ferretería, ¿explico el sin sentido?

-Siguiendo con el tema, en esta época de fiestas de fin de año, el gobierno ha dado asuetos y feriados obligatorios a sus empleados para que puedan disfrutar de más tiempo libre y disponer de unas mini vacaciones con sueldo incluido, supongo entonces que no está muy a favor de esto…
-Por supuesto que no. Lo único que se puede destacar en este ejemplo es lo prescindible que son los “bienes” que produce el estado y, por ende, los propios empleados del gobierno.


-¿¿Cómo es eso??
-Claro, fíjese. Lo empleados estatales son los que menos trabajan con respecto a los empleados en el sector privado. La mayoría son, en realidad, desocupados con sueldo. Con mi anterior respuesta me refiero a que Argentina en realidad sobrevive a pesar de los empleados estatales. La ganancia bruta de los empleados estatales es claramente negativa 

-Entonces, ¿usted me dice que el trabajador estatal no es un eslabón clave en el mercado, y que no se le debe dar este tipo de feriados porque si no se crea un mercado ficticio?
-No, para nada. Es más, los empleados estatales son tan innecesarios que, a pesar, de que se tomen este tipo de feriados, el país va a seguir en pie. Fíjese: son casi 2 semanas enteras sin “producción estatal”….y la realidad es que no se nota. Es más, me animaría a decir que hasta es bueno: los genios que manejan su país descansan y brindan, por lo que no sacan ninguna resolución, decreto o ley negativo para el país, como hacen casi todos los días hábiles.

-Una última consulta relacionado con el tema de las fiestas. Siempre para esta época se acusa a la navidad de ser una festividad del llamado “capitalismo salvaje” que lo único que quiere es que “consumamos productos, compremos regalos”, etc. ¿Qué respuesta puede dar a estas declaraciones?
-La sociedad libre se organiza por si sola eficientemente. Nadie está obligado, con un revolver en la cabeza, a celebrar tal o cual festividad. Por ejemplo, se reparten regalos los unos a los otros. Es una época donde predomina la generosidad y la caridad. Todo gracias al orden espontáneo. Como le decía, no hay ningún tipo de obligación por parte gubernamental para obligarnos a celebrar nada. Aquí es donde se puede apreciar 100% la acción humana en trabajo. Y, más bien, sobran ejemplos de prohibiciones de celebrar la navidad u otras festividades por regímenes que esclavizaron (y esclavizan) a sus pueblos.
-Gracias y buena suerte.
-Lo mismo digo.

Un caso reiterado: la fuerte inflación en Argentina

En un planeta en donde el 95% de los países tiene una inflación menor al 10% anual, y la mayoría inferior al 5%, la República Argentina integra el selecto y lamentable grupo con más de 10%, junto con Venezuela, Siria y otros pocos países.

Ahora bien, en el caso argentino es más trágico, ya que este país convive desde hace medio siglo con este flagelo (con excepción de un par de períodos, entre ellos la década de los 90, en dónde se ató la moneda nacional al dólar). Es el típico ejemplo de quien tropieza una y otra vez con la misma piedra.

Según el economista Philip Cagan un episodio de hiperinflación se inicia cuando hay un mes en el que el nivel de precios aumenta en al menos un 50%. Volviendo al análisis del caso de la Argentina, veamos que sucedió en 1.989.

El mes en el que comienza la hiperinflación es en mayo y termina en junio de ese mismo año. Tan solo tres meses bastaron para que este fenómeno pulverizara completamente a la moneda local, el Austral, que la economía del país cayera en bancarrota y que el presidente en ejercicio Raúl Alfonsín renunciara al cargo y que se adelantara la asunción del nuevo presidente electo, Carlos Menem.

En otras palabras, la convulsión social fue más que significativa. Esto no quiere decir que los meses previos no se hubieran producido grandes niveles de inflación, de hecho la inflación de marzo y abril fue de 17% y 33% respectivamente. Pero como ya dijimos, si seguimos la definición de Cagan, la punta del iceberg fue en mayo con una inflación del 78% tan solo en ese mes.

Hoy en día, ciertamente, la Argentina todavía no se encuentra dentro de esta definición de hiperinflación, pero esto no quiere decir que sea le sea imposible llegar de nuevo a ese extremo. Es más, se podría decir que va en ese camino, ya que su Banco Central continúa con una política de imprimir dinero sin límites aparentes para financiar al estado nacional.

Entonces, ¿qué es lo que sucede en la Argentina de este 2013, y con un ya cercano 2014? Tal y como lo analiza el profesor Steve Hanke en un estudio del Instituto Cato, la Argentina se encuentra, junto a otros 4 países, en la categoría de “monedas en riesgo”. Con una inflación estimada en el 60% anual, una gran brecha entre el dólar oficial y el que se vende en el mercado negro. Lo más grave del tema es que el gobierno argentino no se anoticia de la situación y la niega, tomando continuamente medidas que profundizan y aceleran la inflación.

Y, paralelamente y como suele suceder en los regímenes de corte totalitario, prohíbe a las consultoras privadas difundir los índices que miden este fenómeno (mientras desde 2007 falsea grotescamente las estadísticas nacionales para esconder la inflación y la pobreza debajo de la alfombra) o, más recientemente, parece encaminado a restringir también la difusión del precio libre (o paralelo) del dólar, en un nuevo y caricaturesco intento de tapar el sol con la mano.

Muy triste para un país que, a principios del siglo XX, parecía destinado a ser una potencia mundial, tenía un nivel de vida ampliamente superior al de Italia o España, competía con EEUU en atraer inmigrantes y su economía era la mitad de toda América del Sur. Nada queda de ese promisorio futuro.



La nota fue reproducida en los siguientes medios:


lunes, 2 de diciembre de 2013

El estado ¡a otra cosa!

¡¡¡Como le gusta regular a los gobiernos!!! Todos los gobiernos lo hacen, ciertamente unos más que otros. Lo raro es que casi nadie diga nada al respecto y que todos lo tomemos como algo natural y normal. Por ejemplo en el rubro de la tecnología: algo que ciertamente esta muy controlado en nuestro país. 

http://www.biography.com/imported/images/Biography/Images/Profiles/G/Bill-Gates-9307520-2-402.jpgTenemos la provincia de Tierra del Fuego "abasteciendo" a 40 millones de habitantes. Pseudos empresarios que pactaron acuerdos proteccionistas con el gobierno para vendernos sus productos a precios exorbitantes. Mercados absolutamente cerrados e hiperregulados. Ahora bien, vale preguntarse, ¿quién es el único que "ordena" eficientemente y de manera natural? Pues el libre mercado. 
Veamos: gente como Bill Gates no le puso un revolver en la cabeza a las personas para que compren su Windows.  Tan solo su personal accionar llevó a que el señor Gates complaciera los gustos y necesidades de las personas y se volviese multi millonario sabiendo que y como vender. 

Hay miles de ejemplos más, pero cerremos esto hoy de la siguiente manera:  cuando se trate de regular,  el estado ¡a otra cosa!

domingo, 1 de diciembre de 2013

Mi socio



Me encuentro muy apenado por la situación por la que esta pasando mi país. Entonces me puse a pensar, ¿dónde reside la clave de la cuestión? Y llegué a la conclusión buena parte de la culpa de mi pobreza es de mi socio. ¿Quién es mi socio? ¡el gobierno! Aquel que se esta llevando mes a mes el 50% de mi salario sin poner un sólo grano de arena. Mi socio es el banco central que con su moneda coercitiva esta haciendo que yo pierda mi poder adquisitivo a razón de más del 25% anual. Mi socio que me obliga a tomar su jubilación sin darme la oportunidad de elegir otras opciones. Mi socio que dice darme seguridad y salud, mientras la gente es asesinada en las calles y los hospitales se caen a pedazos. Mi socio que me prohíbe comprar moneda extranjera. Mi socio que me impide importar lo que yo libremente necesite. Mi socio que cree que todo lo hace y la realidad es que todo lo arruina. La verdad es que un socio de este calibre, ¡mejor perderlo que encontrarlo!